Cinco meses antes de que lo asesinaran,
se ratificó en sus denuncias en contra del expresidente Álvaro Uribe velez
Francisco Enrique Villalba
Hernández sentía que la muerte pisaba sus talones, Al menos eso manifestó en su
última cita con la justicia, en la cual
se ratificó en la denuncia que según él, era la causante del riesgo que corría
su vida, y era sobre la participación del entonces gobernador de Antioquia, Álvaro
Uribe Vélez, en la masacre de El Aro, ocurrida en zona rural del municipio
antioqueño de Ituango
entre el 22 y el 30 de octubre de 1997.
Cinco meses antes de que fuera asesinado
al frente de su casa, situada en el municipio La Estrella (Antioquia), Villalba
Hernández se presentó a las 10:00 a.m. en la Secretaría de la Comisión de
Acusación de la Cámara de Representantes para ampliar las acusaciones que
esgrimió desde el 15 de febrero de 2008 en contra del Jefe de Estado.
El sincelejano de
36 años de edad aseveró, bajo gravedad de juramento: “Escuché una conversación
entre Salvatore Mancuso y Álvaro Uribe que dijeron ‘borren el pueblo’ ”.
La declaración de Francisco villalba fue la siguiente:
" Cuando reunimos a todos los adultos y los hicimos acostar, la gente alrededor nos miraba, les disparamos en el piso y comenzaron los gritos y los llantos, unos niños lloraban mucho, los trajimos a la plaza y los decapitamos, la gente arrodillada gritaba alrededor, a nosotros alvaro uribe nos dijo que hicieramos los que teníamos que hacer y me condecoro por eso"
VERSIÓN LIBRE ANTE FISCALES DE LA UNIDAD DE JUSTICIA Y PAZ
Asimismo, Villalba manifestó que el helicóptero “amarillo de la Gobernación” estuvo sobrevolando la región después del ataque, “Me comuniqué con Carlos Castaño (y él me dijo) que andaban dos señores de la Cruz Roja y el Gobernador”. Villalba, la única persona que ha estado en la cárcel por este crimen, que estaba sentenciado a 33 años y cuatro meses de prisión por el mismo, expresó ese 12 de noviembre: “Yo nunca me voy a retractar (...) Si me van a matar, que me maten”.
La Masacre de El Aro fue perpetrada el 22 de octubre de 1997, una treintena de paramilitares llegaron a una finca en Puerto Valdivia, un corregimiento situado a unas ocho horas, a mula, de El Aro. Ese día, con la muerte de Ómar Ortiz y Fabio Zuleta, comenzó la masacre de El Aro.
El 30 de octubre la barbarie concluyó
Fueron asesinadas 14 personas, incluidos dos ancianos y dos niños.
“Los paramilitares salieron del pueblo luego de haberlo incendiado. El Aro
quedó acabado. Los civiles enterraron a los muertos”, dice el informe de la
Corte Interamericana, que condenó a la Nación en 2006 a pagar $3.400 millones a
favor de 123 familiares de las víctimas de El Aro.