Masacres, asesinatos, amputaciones de manos y pies, heridas curadas con aceite hirviendo, violaciones… semejantes crímenes parecen sacados de una mente perturbada, sin embargo esto era el día a día en las batallas que tuvieron lugar durante la conquista de América.
Las estrategias y tácticas militares empleadas en la conquista de América fueron basadas en el terror, la crueldad y la violencia extrema,la conquista de América fue un proceso terrible, muy alejado de la imagen idílica que habitualmente se tiene.
No fue en absoluto un conflicto de baja intensidad, fue una guerra muy dura bajo el paraguas jurídico-religioso del derecho hispano a su presencia en aquellas tierras con el único interés por la civilización y la evangelización de sus habitantes, cuando más bien lo que se escondía era un deseo brutal por obtener riquezas.
La codicia fue el verdadero motor de la conquista y por culpa de esto, numerosos grupos humanos sufrieron mucho con esta mal llamada conquista, y no hubo sólo matanzas y masacres, sino también desplazamientos humanos.
Pero el problema de no conocer la cruda realidad de nuestros ancestros, son los numerosos historiadores de las últimas décadas, tanto españoles como extranjeros, que cínica mente han exhibido una voluntad por “maquillar” los pasajes de la conquista bastante conflictivos.
Ellos aplicaron la auto censura y han hecho un verdadero esfuerzo por justificar la conquista hispana de América de la mejor forma posible, dado que eran muy conscientes de los excesos cometidos por la denominada “leyenda negra”, un conjunto de opiniones que, en general, se caracterizan por ser muy burdas intelectualmente hablando.
Las estrategias y tácticas militares empleadas en la conquista de América fueron basadas en el terror, la crueldad y la violencia extrema,la conquista de América fue un proceso terrible, muy alejado de la imagen idílica que habitualmente se tiene.
No fue en absoluto un conflicto de baja intensidad, fue una guerra muy dura bajo el paraguas jurídico-religioso del derecho hispano a su presencia en aquellas tierras con el único interés por la civilización y la evangelización de sus habitantes, cuando más bien lo que se escondía era un deseo brutal por obtener riquezas.
La codicia fue el verdadero motor de la conquista y por culpa de esto, numerosos grupos humanos sufrieron mucho con esta mal llamada conquista, y no hubo sólo matanzas y masacres, sino también desplazamientos humanos.
Pero el problema de no conocer la cruda realidad de nuestros ancestros, son los numerosos historiadores de las últimas décadas, tanto españoles como extranjeros, que cínica mente han exhibido una voluntad por “maquillar” los pasajes de la conquista bastante conflictivos.
Ellos aplicaron la auto censura y han hecho un verdadero esfuerzo por justificar la conquista hispana de América de la mejor forma posible, dado que eran muy conscientes de los excesos cometidos por la denominada “leyenda negra”, un conjunto de opiniones que, en general, se caracterizan por ser muy burdas intelectualmente hablando.